Esta es la historia de José Alberto, un hondureño de 34 años, llegó a España hace una semana, su objetivo era encontrar un buen trabajo, que le permitiese mandar dinero a su familia (su mujer y sus 2 hijos), que pasan penurias allá en Honduras, y que están viviendo con sus padres.
Aunque al principio le costó mucho encontrar trabajo, finalmente lo consiguió, estuvo repartiendo pizzas, y también echaba algunas horas en una empresa de limpieza, vivía en un piso con otros 5 compañeros, 2 eran mujeres y los otros hombres. Los problemas comenzaron, cuando el dueño de la casa, que se la había rentado, los echó a la calle, sin siquiera preocuparse de que iban a hacer o donde iban a vivir. Tuvieron que pasar una temporada, viviendo al raso, pasando hambre, echando mucho de menos a su familia, y para colmo de males le despidieron del trabajo, las cosas se torcían para José Alberto, que no creía que esa situación tuviera solución posible, cayó en depresión, y en lo único en lo que pensaba era en volverse a su tierra, donde vivía pobre, pero al menos era feliz junto a su familia.
Fueron sus amigos, que estaban en una situación similar a la de él, y que ya habían superado crisis como esa, los que le ayudaron a salir de la depresión, los que le animaron a seguir luchando, pues las cosas, acabarían por arreglarse. Y así fue, consiguieron una casa, y él pudo volver al trabajo.
Esto es, con el apoyo de los amigos, y la familia, se puede superar todo, pues están ahí en los buenos y en los malos momentos. Con los amigos se puede todo.
¿Están de acuerdo con el título?
No hay comentarios:
Publicar un comentario